El entorno del hotel era muy agradable y tranquilo.

Durante mi estancia, noté que el ascensor no funcionaba por la noche, lo que se volvió un inconveniente. Tuve que subir las escaleras con maletas pesadas, y la habitación estaba en el cuarto piso. Además, me decepcionó un poco que la conexión a internet era bastante inestable, lo que dificultó mi trabajo.

1) Habitación amplia
2) Desayuno delicioso
3) Trato familiar

1) Ascensor desconectado
2) Conexión wifi inestable

Las habitaciones son sorprendentemente amplias y cómodas, ideales para relajarse después de un día de aventura. El desayuno buffet sorprendió con su variedad, incluyendo croissants recién horneados y alimentos frescos.

El ascensor estaba desconectado después de las 24h, lo que significó tener que subir por las escaleras con maletas, un poco incómodo después de un largo día. Además, noté que el aroma floral en la habitación era algo intenso, lo que puede no ser del agrado de todos. Aunque no arruinó mi experiencia, podría ser más suave.

la habitación olía a un perfume floral que no me gustó nada, un verdadero horror. me siento estafado, porque esperaba una atención especial, al menos algo como un upgrade. casi escribo una buena reseña, pero no podía.

La habitación fue estupenda, aunque la niebla complicó un poco las vistas.

La habitación era muy amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día explorando Salardú. El baño también sorprendentemente grande, con una ducha sin grifo fijo, algo que siempre valoro. El desayuno era bastante completo, con frutas frescas y embutidos de calidad. Los dueños del hotel son realmente amables. Siempre están pendientes y eso se agradece mucho. Sin embargo, me gustaría señalar que el ascensor no funcionaba después de medianoche, lo que puede ser un inconveniente si llegas tarde y te toca subir al cuarto piso a pie. A pesar de esto, la experiencia en general fue muy buena y definitivamente vale la pena volver.

un lugar donde te hacen sentir como en casa gracias a la amabilidad del personal y un desayuno casero de calidad

Hotel Garona es simplemente maravilloso. La habitación estaba muy amplia y cómoda, perfecta para descansar. Destaco también el parking gratuito que me facilitó mucho la estancia. ¡Me sentí realmente como en casa gracias a la amabilidad de Pilar y su familia! Además, el entorno es encantador y la comida, deliciosa y abundante. Sin duda, volveré.

La habitación era preciosa y el desayuno tenía una excelente variedad de frutas y embutidos frescos, lo que me hizo sentir muy a gusto. Además, disfruté de un buen rato leyendo en las zonas comunes y usando el wifi que, aunque un poco lento, no arruinó mi experiencia. Solo me habría gustado tener una mosquitera en la ventana, pero en general, lo recomiendo totalmente a quien busque un sitio acogedor. 😊

La comida en el hotel es un verdadero festín, con sabores auténticos que te transportan a la cocina de montaña. Destaco especialmente el desayuno, un buffet bien surtido con frutas frescas y embutidos selectos que te llenan de energía para el día de exploración. Además, el ambiente aquí es de esos que te hacen sentir en casa, perfecto para disfrutar en familia y relajarse tras un día de aventuras. ¡El trato con la dueña, Pilar, es como el de una abuela que cuida de sus nietos! No hay que perderse esta experiencia única.

Si bien el perfume floral en la habitación no es del gusto de todos, ¡realmente no afecta la magia del lugar! Además, quizás añadir una mosquitera en las ventanas sería un buen detalle para disfrutar de la brisa sin mosquitos en verano. Pero todo lo demás fue tan increíble que uno se olvida rápido de esas cositas.

Impecablemente limpio y atención excepcional con un toque familiar encantador.

La habitación era muy amplia y el desayuno buffet ofrecía una gran variedad, incluyendo croissants recién horneados y jugos orgánicos. El personal, liderado por una familia muy amable, hacía que me sintiera como en casa. Además, disfruté de la ventaja de tener parking gratuito cubierto, y el entorno del hotel, con su accesible jardín, facilitaba paseos por Salardú.

El ascensor estaba desconectado después de las 24h, lo que puede ser incómodo.

Nuestra estancia con amigos fue increíble. La atención del personal fue muy cercana y amable. El desayuno era increíble y tenía productos de calidad. Además, el parking gratuito facilitó mucho nuestras vidas al ir a las pistas de esquí. Sin duda, un excelente lugar para relajarse después de un día en la montaña. ¡Volveremos!

Solo quisiera mencionar que el wifi fue algo inestable, lo cual complicó un poco nuestras actividades en línea durante la estancia.

Recomiendo para quienes buscan trato familiar

La dueña es super amable, se adapta a tus horarios y su hijo siempre dispuesto a ayudar. la comida casera es muy rica, especialmente esos platos típicos que te llenan el alma después de un día duro.

No es barato, pero vale la pena.